14.10.25

Zaragoza tiene grafiti en relieves grabados


No es sencillo colocar una línea divisoria sobre el Arte Urbano, sobre el grafiti. Y lo vemos con claridad en Zaragoza. Arriba vemos la tercera intervención mal atribuida al "Banksy zaragozano", pues siendo un atrevido artista escultórico, debería tener su propio nombre.

Esta abeja esculpida en piedra y colocada en un hueco roto de una de las paredes de El Pilar de Zaragoza es la tercera obra que coloca este artista en las iglesias de Zaragoza.

Hace algo más de un año se colocó en una pared de La Seo de Zaragoza una piedra tallada con una calavera, una cruz de Jerusalén y la leyenda ‘Memento amori".

Unas semanas después apareció otra piedra tallada en el exterior del Seminario de San Carlos de Zaragoza, también en el centro de la ciudad, en piedra arenisca de color claro y de casi un metro de altura, escrita en caracteres hebreos. La inscripción reproducía un texto de la Cábala en el que se cita a Satán.

De momento se sabe que esta abeja tallada en una piedra muy similar a la de la fachada de El Pilar, y que no se adivina bien qué podría representar. Pero la decisión de retirarla como con las anteriores piezas, ya está tomada.

Es muy posible que el autor de la obra tallada de la abeja, tuviera que ir necesariamente a las canteras de Fuendetodos a por un trozo de piedra del tamaño idóneo e idéntica a la que hay en El Pilar. Es un tipo de  piedra muy escasa y especial, llena de pequeñas caracolas fósiles.

Pero nadie sabe tampoco cuando tiempo lleva puesta esta abeja en el muro de una de las dos catedrales de Zaragoza. Se descubrió por casualidad hace unos días.

Es Arte Urbano, y de eso no hay duda. El autor se ha tomado serios cuidados para no romper nada de lo que ya existía, y de esa manera evitar un delito, aunque sea una falta lo que ha hecho. Creo. La ha colocado en una zona que ya estaba rota antes, como han demostrado algunos vídeos viejos.

No es tampoco algo que se puede hacer en segundos como se hace un grafiti con spray. Hay que tomar medidas y forma del hueco en donde colocar la escultura de la abeja, hay que limpiar la zona, hay que vigilar que no haya cámaras y luego hay que poner la obra en este caso parece que con cemento y eso lleva un tiempo. 

La decisión de quitarla es lógica, aunque en estos casos estamos hablando de obras con alguna significación, pues si se dejara no sería posible frenar estos usos en espacios públicos que se podrían desmandar o descontrolar. 

Pero como poco, es curioso tanto cuidado para hacer un grafiti en piedra tallada.

Abajo os dejo otra de las obras del mismo autor. Bueno, creemos que del mismo autor, pues es desconocido.