La sociedad tiene derecho a gritar con pintadas en la calle, ya lo hacían nuestros antecesores desde hace miles de años. Y es de sentido común que esos gritos se hagan o se escriban en los lugares en donde más necesario es gritar.
Llevamos unos años de mirar hacia otro lado y eso no está bien para la salud pública, pues al final todo será violencia y es cuestión de años el que se recojan los frutos de tanta imbecilidad.
El número de españoles, o de padres de los españoles actuales que tuvieron que emigrar es tremendo.
Entre provincias españolas para buscar su futuro, entre países europeos o americanos buscando no ser detenidos o para poder trabajar.
Y eso se nos ha olvidado.