Grafiti en piedra arenisca en Monasterio de Rueda

Estas marcas en piedra arenisca del Monasterio de Rueda nos indican qué cantero las hizo, y sobre todo cuantas hizo para luego poder cobrar por su trabajo. Eran las marcas del cantero para saber a modo de albarán de entrega, qué cantidad de piedras habían hecho en su taller.

Una forma de hacer grafiti muy antiguo y del siglo XIII.

El monarca aragonés Alfonso II, en el año 1182, otorga la villa y el castillo de Escatrón al Císter, de forma que los monjes pronto comienzan la construcción del monasterio hoy llamado de Rueda (que no se refiera a una noria en forma de rueda, sino a las palabras árabes que significan mausoleo, tumba ornada) y que se encuentra en tierras de Sástago, siendo en el año 1202 cuando se inician oficialmente las obras y 1238 el la consagración del templo.

Las obras se alargan hasta el Siglo XIV, cuando se concluye la fábrica medieval del conjunto y se eleva su esbelta torre mudéjar.

Escultura de Jaime I en Salou

Esta escultura representa a Jaime I el Conquistador, Rey de la Corona de Aragón que nació en Francia. Lo vemos erguido en el paseo de la localidad de Salou en Tarragona.

Fue un Rey con una infancia tremenda y difícil. Su padre, Pedro II el Católico (jodo) acabaría repudiando a la reina, María de Montpellier, y solo llegó a concebirlo dejando embarazada a la Reina mediante engaño de algunos nobles y eclesiásticos que temían por la falta de un sucesor, y con la colaboración de la propia María, haciendo creer a Pedro que se acostaba con una de sus amantes.

Estas circunstancias produjeron el rechazo de Pedro II hacia el niño Jaime I, a quien no conoció sino a los dos años de su nacimiento. Sería Católico el padre, pero era un burro.

La belleza de este grupo escultórico en el paseo central de Salou, junto a la playa no deja dudas y es de gran reconocimiento.

Es obra del arquitecto Salvador Ripoll y del escultor Lluís Maria Saumells, el cual realizó la figura del rey en piedra y la cabeza del caballo en piedra y revestida de pan de oro. El monumento fue inaugurado el dia 28 de Noviembre de 1965.

No es lo mismo dentro, que fuera

¿Tomando un vino en la calle? 

¿Apurando las amistades del aire libre y la voz profunda?

Estar en las puertas de un bar en vez de dentro es una elección. Ni mejor ni peor. Diferente.

Todos los locales, aunque a veces molestan e incluso mucho, tienen dos espacio bien diferentes.

Dentro y Fuera.

Y eso va con el ser humano y sus necesidades de ocupar diferentes motivaciones y espacios para cada actividad.

No se dicen las mismas palabras dentro, que fuera.

Un corazón de lo más normal

Un corazón ardiendo es posible. 

Un corazón cerrado con llave, también es habitual, más en estos tiempos de sumos cuidados por comprometernos.

Tenemos derecho de hacer con nuestro propio corazón lo que nos venga.

Y cambiar varias veces al días de promesas que muchas veces no valen nada de nada.

Un corazón lleno de espinas tiene motivos, aunque no los reconozcamos.

Pero si está con espinas, y arde mientras permanece cerrado, algo me dice que tienes algo de responsabilidad.

Háztelo mirar, para intentar curarlo.

Y así te sentirás mejor.

Un pollo simpático por las calles zaragozanas

En el Casco Histórico de Zaragoza por las paredes pollos simpáticos para poner color y sonrisas por las calles de bares. Es una manera de lograr que la simpatía de unos simples pollos contagie a los que pasa por esta calle. Hay varios pollos más.

Un bicho simpático en Zaragoza

Otro bicho zaragozano en una persiana de un bar de zona de copas. Un buen ejercicio para dignificar y decorar la zona, y salvarla de cochinos que no saben que el grafiti se puede utilizar para dignificar calles y no para ensuciarlas.

Un bicho de miedo, pero simpático, para poner color en la calle de noches y copas.

Grafiti en Zaragoza, que enmarca manchas, estilo Chillida

Tal vez queriendo imitar a Chillida u Oteiza, alguien ha utilizado las manchas de la pared producto de viejos grafiti ya tapados, con una silueta que en realidad crea una obra nueva, y que puede pasar más desapercibida para los que borran esos grafitis urbanos que efectivamente, muchas veces son solo basura.

Encaja la silueta de la línea negra, perfectamente con las manchas aleatorias de la pared y logra un ejemplo artístico distinto e interesante. 

Sigue siendo un grafiti, pero tiene muchas otras formas de comprenderlo, por la utilidad visual de las manchas.