No habría que añadir mucho a este mural de Palestina Libre fotografiado en Europa por nuestro colaborador Luis Iribarren. Es un GRITO casi imposible, alejado de lo que humanamente no debería ser más que simplemente una solicitud lógica.Europa grita en bajito, para no molestar.
La historia tiene muchas esquinas, está llena de errores de hombres y mujeres, y se va escribiendo poco a poco, muchas veces con renglones torcidos. Ante eso, quejarse es lo mínimo.