13.1.25

La publicidad y el grafiti se pelean por las mismas calles


Nos llenan las calles de publicidades y nos parecen bien, nos llenan los autobuses urbanos de carteles bonitos, los muros o las fachadas de mensajes publicitarios, nos atacan con productos bonitos y caros que quieren que consumamos apelando a nuestros sentimientos.

Y eso lo vemos bien aunque inunden nuestras calles, nuestros espacios habituales, pues creemos que queda bonito o que es imprescindible, o pensamos que es inevitable, pues pagan por ello, por hacer uso de nuestros espacios habituales.

Pero odiamos que alguien pinte una firma de colores en un muro, unos gráficos en una fachada en donde antes había carteles para vendernos cosas, para hacernos cambiar nuestros dineros por “cosas”.

Si lo uno se hace sin nuestro permiso, sin preguntarnos, lo otro también. Y no tenemos muy claro que puede molestarnos más.

No me posiciono ni a favor de un modelo o del otro, incluso si me obligo a mí mismo, estaría a favor de ambos sistemas de "estar", pero no estaría nada mal que reflexionáramos sobre esto, pues el abuso nunca está bien.