23.2.25

No era cínico, es que estaba muerto


Un ave de pico largo y contundente nos recibe al entrar en la calle. No hay peligro, lleva sombrero de copa y eso garantiza su buena educación. Y su ligera sonrisa cínica, que también nos enseña que es inteligente. Solo los muy listos saben ser cínicos con una sonrisa en la boca.

¿Os habéis dado cuenta de que tiene el cuello cortado de un solo tajo? ¡¡Dios mío!!, se lo han cargado.