Disfrutar de lo urbano es una de las ventajas que nos ofrece el diseño de espacios al aire libre. A veces públicos y otras veces privados.
Vamos buscando en las ciudades poder salir de los espacios cerrados para encontrarnos con el aire. Nada más que eso. Y si es posible tumbarnos o sentarnos ante el cielo para ver la inmensidad.
Esta es la terraza de un hotel en Barcelona. Similares usos hay para grandes edificios de oficinas, repartidos por medio mundo del rico.
Buscamos la calma, la tranquilidad, los segundos de silencio y de no pensar en nada desagradable, de respirar y miral al aire o de recibir el sol. naturaleza pura.