Mover montañas nunca es sencillo. Mover montañas de dinero es más complicado pues no abundan. Pero las hay y están en pocas y elegidas manos.
La Fe, nos dice este cartel en el muro, mueve montañas de dinero. Y además a pequeñas cantidades sumadas. Muchos pocos hace un mucho único.
Tener Fe es muchas veces tener miedo. Y jugar con los miedos asegura objetivos. Si con dineros te aseguras tener el Cielo, miel sobre hojuelas, aunque no creas ni en el cielo ni en nada que se parezca.
Realmente el Cielo sí existe. Está encima de nuestras cabeza pero siempre es inalcanzable. Tengas el dinero que tengas, es imposible comprarlo. No te llega, está muy alto.
